viernes, 31 de octubre de 2014

Tips y anécdotas del viaje

Afortunadamente en el viaje salió todo bien. Compré el paquete por Falabella Viajes y el operador allá en Turquía se llamaba Meridian Tours. Más que recomendable ambos. Acá en este post, voy a contar experiencias, tips, anécdotas, no necesariamente para viajar al mismo destino, vendría a ser un mini diario de viaje con las cosas que yo considero que le pueden servir a otros, así que pasen y vean...
Vayamos por orden cronológico:

Freeshop Ezeiza: Llegué a Ezeiza unas 3 horas antes del horario de salida del vuelo, y como tenía impresa la tarjeta de embarque pasé directamente al control de pasaporte y de ahí al freeshop. Ya me habían dicho que el freeshop de partida era mucho más grande y había más productos y marcas que en el de arribos (llegada), cosa que pude comprobar a la vuelta. Compré varias cositas (justo había una promo de whisky Johny Walker que le gusta mucho a mi novio así que compré 3 botellas) y las dejé en el locker para retirarlas a la vuelta. Es la primera vez que hago esto, y es bastante sencillo, simplemente en el momento de pasar por la caja, le avisás a la cajera que lo retirás a la vuelta, te pide un par de datos tuyos, pasaporte, nombre, día de la vuelta, y te da un ticket que NI SE TE OCURRA PERDERLO, ya que sin eso no vas a poder retirar lo que compraste. Como siempre los precios están en dólares, pero lo pagué en pesos en efectivo al cambio oficial del día, que era $8.41.
Al volver a Argentina, simplemente al pasar por el freeshop te dirigís a un mostrador que dice Duty Free Locker, presentás tu ticket, y te entregan lo que compraste. Así de fácil y además, rapidísimo... no sé por qué me imaginé que iba a haber mucha cola para retirar lo comprado, pero no había nadie. También pensé que por el horario de vuelta se iba a complicar, pero está abierto las 24hs, así que no hay problema si llegan a Ezeiza a las 3am.
Acá dejo el link del Duty Free Locker, para que chusmeen.

Cambio: Yo me llevé pesos, dólares y euros. En el freeshop aboné con pesos, y en Turquía con dólares. Nunca cambié a liras turcas, en todos lados, inclusive en locales chiquitos de artesanías o cafeterías al paso te aceptan dólares (el cambio lo hacen 2 liras turcas=1 dólar aprox). Y lo bueno es que el vuelto siempre me lo dieron en dólares también, salvo en una ocasión que era un vuelto muy chico y me dieron dos moneditas de 1 lira turca, que las usé para comprar  botellitas de agua.
Por lo tanto, no es necesario cambiar, tengan en cuenta que cada cambio que uno hace (peso a dólar y luego dólar a lira turca) uno pierde plata, así que ni se gasten.

Recibimiento: como ya dije, mi operador de viajes allá era Meridian Tours. Apenas salí del freeshop en Estambul y luego de pasar por el scanner, empecé a buscar mi nombre escrito en los carteles afuera. Una locura de gente, para empezar, y cartelitos por todos lados, pero mi nombre en ninguno. Recorrí como tres veces el hall mientras pensaba: "qué catzo hago si no hay nadie para recibirme????" hasta que ya cansada, se me  ocurrió preguntarle a dos tipos de camisa y pantalón de vestir que tenían teléfonos tipo handy y que parecían trabajar u organizar papeles de una agencia. Les pregunté (en inglés) si conocían a Meridian tours, les mostré el voucher donde figuraba que me pasarían a buscar por el aeropuerto, y se pusieron a hablar entre ellos (en turco, obvio). Uno de ellos marcó con su teléfono el número que figuraba en el voucher, y al toque le respondió desde el mismo aeropuerto, la persona que se suponía que me debía venir a buscar (a mí y a otros pasajeros). Estaba todavía armando el cartel, no había terminado de anotar los nombres porque si bien sabía que el vuelo llegaba a Estambul a las 21.30 hs, calculaba unos 40 minutos más hasta que nos entregaran las valijas, y como yo la valija la llevé en la cabina todo el tiempo conmigo, casí no tardé en salir del aeropuerto. Los tipos que me ayudaron no pertenecían a esa empresa, y si bien se conocen todos, no tenían la obligación de ayudarme, y sin embargo lo hicieron. Genios totales. Sé que parece una tontería, pero saber que llegás a un lugar totalmente distinto, con un idioma que no conocés, y la gente es tan amable y servicial te hace sentir que no estás tan lejos. A todo esto estos señores estaban trabajando, digamos que yo los interrumpí o molesté en ese momento por lo que hubieran sido igual de amables si tan sólo me hubiesen dicho que no sabían quién era Meridian tours, y listo, pero aún así dejaron de hacer lo que estaban haciendo y me ayudaron. Les agradecí en todos los idiomas (gracias, thank you, Teşekkür ederim).
Además debo decir que el chofer del auto que me vino a buscar al hotel para tomar el vuelo Ankara-Estambul al final del viaje para ya volver a BsAs, entraba con vos al aeropuerto y te acompañaba a hacer el check in. GENIOS!!!!

Control de pasaporte: Obviamente no tuve problema en ningún aeropuerto, pero sucedieron varias cosas que me llamaron la atención. Al llegar a Estambul, y antes de las ventanillas o mostradores de Control de Pasaporte, te frenaban unos gendarmes en una puerta, apenas bajabas de avión al grito de "Passports!!!". Unos pasaban sin problema y a algunas personas las apartaban a un costado. Yo pasé lo más bien, pero a los dos hombres que justo habían viajado en la misma fila que yo en el avión, los apartaron mientras decían "Africa, Africa". Ahí nomás se me vino la idea del ébola a la cabeza. Se ve que a los que venían de Africa los retenían, aunque no sé para qué, porque no es que los escaneaban o revisaban... simplemente los apartaban un ratito, chequeaban cada página del pasaporte y los dejaban pasar (a estos hombres los vi luego en el freeshop dando vueltas, por eso sé que los dejaron pasar). Quizás ni era por lo del ébola, pero fue raro (lo último que me faltaba, pegarme ébola en el avión...).

En todos las ventanillas donde tuve que mostrar mi pasaporte (Ezeiza, Estambul ida, Ankara, Estambul vuelta, Ezeiza vuelta) miraban mi pasaporte, me miraban a mí, miraban hacia atrás mío como buscando a alguien, y me preguntaban si viajaba sola, con cara de haber visto a un extraterrestre. No sé por qué se extrañaban tanto, obviamente estoy acostumbrada a las diferentes reacciones de la gente cuando les digo que viajo sola, pero en esta ocasión de a ratos me preguntaba si lo que les extrañaba era que viajara sola o que viajara sola a ESE destino en particular... ni que me estuviera yendo a Irak de vacaciones...

Jet lag: El viaje fue de 16 horas, contando la escala en San Pablo que es más o menos de 1 hora. En Turquía son 6 horas más que en Bs As, así que yo partí de Ezeiza a las 21.30hs  de un jueves y llegué a Estambul a las 21.30hs de un viernes (que entre que salimos del aeropuerto, nos trasladaron a cada uno a su hotel y nos hospedamos, para cuando me acosté a dormir después de un duchazo ya era sábado, por lo cual "mi viernes" casi no existió). Arranqué el sábado por la mañana con las excursiones, sin dormir, ya que en el avión había dormido un montón (bah... dormitado) y luego esa noche en Estambul no pude pegar un ojo. Pero me la banqué toda la estadía, no sufrí el acomodo en el horario después de un vuelo tan largo. El problema fue a la vuelta, el vuelo de Ankara a Estambul salía a las 6.30am, por lo que me pasaron a buscar por el hotel a las 4 am. Era un vuelo de una hora y luego el vuelo Estambul-BsAs salía a las 9.30 am. y llegaba a las 21.30 pm del mismo día (hora de Bs As). La vuelta me mató, no sé por qué. Aún cuando esa noche dormí un poquito ya en mi casa, a pesar de que había dormido bastante durante el vuelo, un poco gracias al aburrimiento y un poco gracias al dramamine, me levanté a las 6 de la mañana del sábado con los ojos como un búho. Estuve todo el sábado, domingo y lunes somnolienta (menos mal que el lunes era feriado!!!!). No podía mantener los ojos abiertos, abombadísima, zombie, no sé cómo explicarlo. En fin... muchos de uds sabrán de qué les hablo. Conclusión: traten de volver de un viaje largo un par de días antes de volver a trabajar.

Cosas de avión: Uffff, por donde empiezo...
1- azafatas: Creo que en todo vuelo internacional, debería haber al menos una azafata que hable el idioma de alguno de los destinos que toca el avión. En los vuelos que tomé, y a pesar de haber salido de Ezeiza, Argentina, y de haber hecho escala en San Pablo, Brasil, ninguna azafata, ni a la ida ni a la vuelta hablaba español ni portugués. Sólo hablaban turco e inglés. Yo entiendo y hablo inglés, pero vi a muchos pasajeros con problemas para hacerse entender, incluso vi azafatas hablando con señas. Con lo que te cobran el pasaje de avión, podrían ofrecerte uno de esos traductores electrónicos o esos pequeños aparatitos con auriculares que ví que alquilaban en todas las excursiones.
2-La comida: o te dan mucha, o no te dan nada. Apenas partimos de Ezeiza, nos dieron la cena. Tres horas después, al llegar a San Pablo (subió bastante gente) nos volvieron a dar otra cena. Obviamente, comí las dos cenas. Luego de ambas cenas, pasaron 8 horas hasta que nos volvieron a dar algo para comer, y cuando lo hicieron, era otra cena. Tanto en la ida como en la vuelta pasó lo mismo, al principio pensé que quizás yo justo estaba durmiendo cuando pasaron con el carrito de comidas, pero a la vuelta mientras limpiaban el avión en la escala, me puse a hablar con algunas personas y todas se preguntaban lo mismo. Llegó un momento que ya no podía dormir del hambre, tenía un par de golosinas en el bolso de mano, pero como suponía que en cualquier momento nos iban a dar algo para comer, prefería aguantar. En ambos vuelos comí 3 cenas (siempre era de noche en el lugar que estabamos sobrevolando cuando las repartían), no sé si es que las azafatas se iban a dormir y preferían atiborrarnos de comida al principio de cada vuelo para que aguantemos, pero ni un mísero sanguchito o medialuna con café en el medio del vuelo. Mal ahí, Turkish Airlines.
3-En el viaje de la vuelta, Estambul-BsAs, en una de esas mágicas casualidades de la vida, me tocó toda una hilera para mí sola. Terminaron de subir todos los pasajeros, y muchas filas estaban completas, mientras otras estaban con dos asientos ocupados por fila, así que la única que tenía la fila para mí sola, era yo. En eso se me acerca uno de los comisarios de a bordo y me pregunta si me molestaba que se sentara alguien en el asiento del pasillo (yo estaba en la ventanilla), porque había un pasajero sin asiento designado. Mi cara de culo fue muy evidente, de hecho como me lo quedé mirando mientras miraba a mi alrededor y veía otros asientos libres (o sea... por qué mierda no lo sentás al pasajero en otro lugar?????), me volvió a preguntar...
Le respondí forzando una sonrisa de guasón de batman que justo tenía ganas de recostarme, y me miró con una media sonrisita temerosa y me dijo en voz muy bajita "I'm so sorry... please...". Y tuve que acceder.
Creo que el muchacho que finalmente ocupó el lugar del pasillo se sentó con miedo al ver mi cara de serpiente a punto de saltarle a la yugular.
En fin, única vez que me toca fila para mí sola en un viaje de 16 hs y me sientan un tipo que podrían haber sentado en cualquier otro lado (porque no era el UNICO asiento libre,), y que encima, porque mi mala suerte no se termina ahí, no se levantó en todo el vuelo para ir al baño, o sea que lo tuve que molestar dos veces para poder hacer pis. No soy de ir seguido al baño, pero en 16 horas, ir dos veces está bastante bien, y la segunda vez lo molesté fue casi al final del viaje porque se me estaba por explotar la vejiga.

                                                        FIN DE LA PARTE I
(acá hago una parada porque este post se va a hacer eterno, así que lo divido en dos. Y prometo que el próximo post es el último sobre Turquía, no los quiero aburrir demasiado hablando siempre de lo mismo.)
Les dejo una foto mía, reventada después del viaje.


No puedo creer que estamos en el siglo XXI y todavía no existe la teletransportación.




jueves, 23 de octubre de 2014

Los sí y los no de mi último viaje

Qué puedo decir... el viaje a Turquía quedará en mi memoria como uno de los más lindos. La pasé genial, nada salió mal ni fuera de lo planeado, por  el contrario, cada cosa que ocurría era una sorpresa que contribuía a mejorar el viaje.
La idea es hablar del equipaje en este post, de revisar la lista de viaje y ver si todo lo que me llevé me sirvió. Siempre al volver de un viaje chequeo la lista nuevamente,  tacho lo que no usé y anoto todo aquello que extrañé. Intento hacerme algunas aclaraciones en un costadito como para saber por qué ciertas cosas las llevé al pedo y por qué a otras las eché de menos, porque no todos los viajes son iguales, lo que no sirve en un destino, sí puede ser muy útil en otro.
Veamos:

LO LLEVÉ A PASEAR EN LA VALIJA Y NO USÉ

-Afortunadamente no son muchos los ítems (voy aprendiendo, esa es la idea). Como les había contado, el paquete incluía hoteles 5 estrella. Yo no lo hubiera elegido así, pero venía todo el pack junto, y no se podía cambiar (igualmente me encantó, juro que siempre pensé que jamás iba a poder hospedarme en un hotel 5 estrellas, más que todo porque no lo considero necesario y tampoco están las cosas como para tirar manteca al techo acá en la Argentina). Como la cena la tenía incluida, llevé algo de ropa "decente" para no parecer Indiana Jones en el restaurant del hotel, así que puse un par de blusitas lindas livianas, unas chatitas negras todo terreno, y un saquito de hilo ya que las blusitas eran de manga corta, y los otros abrigos que tenía eran una camperita tipo buzo para las excursiones que no solo desentonaba con las blusitas decentes sino que era lo único que tenía para abrigarme y usar TODOS LOS DÍAS. Ese saquito de hilo, nunca lo usé. Creo que no había manera de saberlo de antemano, yo supuse que quizás en el hotel el aire acondicionado iba a estar más fuerte en las áreas comunes, así que aunque dudé bastante, lo llevé.  La idea es: "si dudás, no lo lleves", pero preferí pensar al revés, y suponer que  iba a hacer frío, y que iba a necesitarlo. Tampoco ocupaba taaaaaaanto espacio, pero es un peso extra.
-tampoco usé una de las remeras que llevé. Había llevado 3 remeras de manga corta y una de manga tres cuartos que la llevé puesta en el avión. Una de las remeritas no la usé, pero no me parece mal tener una remera de más por las dudas, qué sé yo, quizás me mancho con algo (no sería extraño), o me tengo que cambiar de apuro. Igualmente, para la próxima chequearé mejor las cantidades.
-Crocs: las llevo más que todo para la ducha, porque no me gusta pisar el piso de la ducha o bañera descalza, y de paso para descansar los pies de estar todo el día con el calzado de trekking. En los hoteles te daban pantuflas y también unas ojotas descartables, esas que se suelen usar en las peluquerías cuando las mujeres se van a hacer los pies, así que utilicé esas para ducharme. En algunos hoteles estaban en la habitación, y en otros en la pileta.
Cada cosa por separado no ocupa mucho espacio, pero si sumamos crocs-remera-saquito de hilo, tenemos al menos 400 grs, no?
-el cargador de batería portátil: no lo tuve que usar de casualidad. Yo había chequeado cómo eran los enchufes y tomas en Turquía, y aparecía esto:






O sea, yo ví dos patitas cilíndricas en el enchufe, y dos agujeritos en la pared. Pero como soy medio tarada, no me dí cuenta que, como se ve en la última imagen, el toma en la pared está hundido, digamos, empotrado en la pared, por lo que el adaptador o triple que me había llevado chocaba con los bordes al ras de la pared y no llegaban a entrar las patitas cilíndricas. En TODOS los hoteles eran así. Menos mal que desarmé el cargador de la cámara de fotos el cual consta de dos partes, un bodoque enorme para cargar la batería y un mini adaptador que en este caso me servía y me salvó la vida.
Era así:

Me salvaste, chiquitín!!!
 Moraleja: si viajan a Turquía, llévense algo como esto, y asegúrense que todo lo que quieran cargar se adapte.
En fin, estaba diciendo que la batería portátil no la tuve que usar. Me preocupaba más la cámara, agotaba por día dos baterías, pero me alcanzaban durante las excursiones y por la noche las volvía a recargar en el hotel.


LO QUE EXTRAÑÉ HORRORES

-Hasta último momento estuve analizando la posibilidad de llevar el termo y el calentador de agua. Cuando ví por internet las fotos de los hoteles, en las habitaciones había una jarra térmica para poder calentar agua para té o mate, por lo cual decidí no llevar el termo para ahorrar peso y espacio (es de medio litro, un mini termo bala de acero). En el primer hotel donde estuve, había jarra, me tomé unos mates, mirando el mar Egeo por la ventana, y lo disfruté mucho. No soy de las que andan con un termo abajo del brazo todo el día, pero sí me gusta por la noche, ya bañada y relajada de todo el día, tomarme un té o unos mates, y más con esas vistas impresionantes que tenía desde la habitación.
El segundo hotel, no tenía jarra, por ende, no tenía dónde calentar ni con qué. Lógicamente me aguanté, quizás en el próximo hotel sí tengan jarra.
El tercer hotel, sí tenía jarra, pero los 4 siguientes no. Conclusión: llevar siempre termo. Lo extrañé horrores. No sólo eso, sino que encima la yerba que me había llevado la tuve que descartar allá (la idea era consumirla toda, era un paquetito de 250grs apenas), digamos que también la llevé a pasear, ya son 5 ítems.
Mi miedo en realidad era sumar peso, pero como había hecho el check in online y había impreso mi tarjeta de embarque, tanto acá como en Estambul, ni siquiera pasé por el mostrador donde te hacen el check in y te pesan la valija, así que entré directamente. Desde un principio mi plan era hacer eso, pero no me quería arriesgar por las dudas que no pudiera imprimir la tarjeta de embarque desde allá, cosa que casi casi sucede. No me gusta despachar equipaje, y menos a la vuelta donde tenía un vuelo de conexión Ankara-Estambul y Estambul-Buenos Aires, y tenía poco tiempo para esperar que me entregaran la valija (y ahora que recuerdo, entre los dos vuelos que debía tomar ese día, había como 5 kilómetros de aeropuerto de por medio, sin contar el control de pasaporte, y por supuesto, la chusmeada en el freeshop).
La próxima vez me llevo el termo y me voy descalza si es necesario para viajar más liviana...

Bueno, haciendo un balance, no hubo muchas cosas que extrañé, bien ahí.
Con respecto a lo que llevé de más...no sé... el cargador portátil no lo usé, pero podría haberlo necesitado si hubiera sacado más fotos, o si no podía cargar los portátiles en el hotel.
En cuanto al saquito... no creo volver a hospedarme en un hotel 5 estrellas, y mucho menos optar por tener media pensión (cena). Sinceramente me molestaba llegar de la excursión tipo 5 o 6 pm, bañarme, arreglarme y bajar a cenar. Lo hice un par de días sí, y un par de dias no, como para aprovechar que ya lo tenía incluido, así que si no hay media pensión, no hay necesidad de llevar un par de blusitas decentes o un saquito. Disfraz de Indiana Jones tiempo completo entonces!!!

Peso de la valija a la ida: 6,5 kgs
Peso de la valija a la vuelta: 7,5 kgs (cómo suman los souvenirs y cosas ricas que uno se trae, menos mal que lo que compré en el freeshop de Ezeiza lo dejé en los lockers y lo retiré a la vuelta!!!)
Peso de la cartera de mano a la vuelta: no la pesé ni a la ida ni a la vuelta, pero supongo que por cómo me quedó el hombro, igualaba el peso de la valija  :-p











viernes, 17 de octubre de 2014

Fotos Capadoccia, Turquía

Acá van fotos de Capadocia, en Turquía, y del viaje en globo.



yo y 3 figurettis



a camello





paisajes lunares


casitas excavadas





ciudad subterránea

todavía no amanecía



cerquita de las piedras pasábamos







Sin palabras...









miércoles, 15 de octubre de 2014

Fotos varias Turquía

Lo prometido. Acá van las fotos de Turquía, un popurrí nomás, para no aburrir.  Próximamente, el diario de viaje.

Troya (réplica del caballo, obvio)


La de violeta soy yo



Ruinas de Pérgamo

Con mi atuendo típico, de Indiana Jones. Me van a ver en casi todas las fotos igual, jeje






Ciudad de Izmir, adoro este edificio con el gato

atardecer en el Egeo

Ruinas de Efeso



me recuerda a Petra


Pamukkale









atardecer en Pamukkale

No es un paisaje de otro planeta?

En el próximo post, las fotos de Capadocia y el viaje en globo. Un sueño hecho realidad...