Lo que más busco es comodidad, que no se arrugue, que no luzca desprolija ni tampoco que parezca que me bajé de una pasarela (faaaaa, ni que fuera uno de los Angeles de Victoria).
Si bien es lo que llevo puesto tanto de ida como de vuelta, también busco que lo pueda utilizar con la ropa que metí en la valija o que me sirva de atuendo urbano para salir a caminar o a cenar.
Esto es lo que suelo usar siempre que viajo:
Así de simple, una calza negra, una remera larga de cualquier color, un saco largo, una pashmina y el calzado.
La calza siempre es negra, la idea es que pase desapercibida y que pueda lucir como un pantalón negro común y corriente, pero con la ventaja que para dormir enroscada en un asiento de avión parezca como si tuviera puesto un pijama. Combina con cualquier remera y/o abrigo que me tire encima.
La remera larga es lo único colorido que puedo llegar a usar, en este caso es de un color gris claro, pero en otros viajes la he suplantado por una remera larga de color azul y en otro caso de un color verde musgo. Es de ese tipo de remeras que es más larga atrás que adelante. Por qué larga? para que me tape el traste. Simple. Cosas de chicas. Creo que queda más delicado, menos deportivo y más adecuado para lugares donde la cultura es un poco más conservadora.
El saco es de una tela semi elastizada, abriga pero no pesa, es de color gris oscuro y lo puedo usar hasta de manta para mis piernas cuando estoy sentada en el avión. No se arruga, y tiene unos pequeños bolsillos a los costados. No es voluminoso si quiero ponerlo en mi bolso de mano, así no lo tengo que llevar cargando en caso de que haga calor.
La pashmina es la misma que uso en todos mis viajes, blanca con detalles azules. El tamaño es ideal para el cuello, la espalda, la cintura y la cabeza.
El calzado que siempre uso es el más pesado, unas zapatillas de trekking de la marca Salomon, marrones. En realidad, estoy a la búsqueda de un calzado para trekking negro, pero delicado, que no parezca que me estoy yendo a escalar el Everest. Estuve mirando varias casas y sitios de internet pero aún no encuentro ese calzado ideal. No quiero reemplazarlo por zapatillas porque no considero que sean calzados tipo "todo terreno". Con mis zapatillas Salomon, he caminado desiertos, pisado barro, he hecho escalada y rapel, he caminado sobre un glaciar, me he metido en terreno pedregoso, mojado, caliente, congelado, y nunca nunca nunca se me han siquiera descosido o manchado. He llegado al hotel con barro colorado en los pies después de un excursión y luego de una pasada con un papel húmedo han quedado como nuevas, deben repeler el agua y la mugre porque sino no se entiende tanta magia. En fin, con esto quiero decir que no creo que encuentre zapatillas comunes que se banquen todo esto.
Mi calzado ideal sería aquel que reúna todas estas cualidades, pero que sea negro, y que parezca más un botín de football que una bota de montaña, no sé si me explico. En fin, seguiré en la búsqueda.
En mi valija llevo unas chatitas tipo Crocs de color negro, que también sirven con la ropa que uso para viajar, pero siempre termino metiéndolas en la valija porque las marrones son más pesadas y voluminosas, y por cuestiones de peso del equipaje prefiero llevar puestas las de trekking.
mismo atuendo con chatitas negras |
Qué tipo de prendas no llevaría nunca?
Jeans: No uso jeans ajustados de esos que parece que te estuvieran partiendo al medio. Los detesto. No me imagino estar sentada 15 horas en un avión con un pantalón que me está violando, ajustado, pesado, con el cierre y el botón clavándose en mi pelvis... Quizás podría ponerme uno holgado, de tela finita, o de estilo cargo (cero glamour lo mío)....
Ojotas o sandalias demasiado abiertas: No uso ojotas. Me hacen doler los pies, no puedo caminar más de media hora con ellas y me daría frío en el avión. Por supuesto no me voy a poner medias con ojotas (soy rea pero no para tanto). Prefiero usar chatitas o ballerinas, que son fáciles de sacar y poner, puedo usarlas con medias color piel, y son comodísimas para caminar.
Botas: a menos que sean botitas cortas y fáciles de sacar, jamás llevaría unas botas con un cierre de un metro de largo, o acordonadas hasta arriba, o que se metan a presión tipo botas de lluvia. He visto mujeres con jeans tan ajustados que parece que lo tuvieran tatuado en la piel, y encima de ellos unas botas tipo bucaneras hasta la rodilla. Supongo que no deben tener problemas circulatorios porque si yo me llego a poner eso me desmayo a los 15 minutos por falta de irrigación.
Prendas blancas o muy claras: sólo por el hecho de que en un avión, con la turbulencia y la bandeja del asiento que es chica y a veces no nos entran bien todos los platitos que nos sirven, corremos más riesgo de mancharnos.
Vestidos cortos, minifaldas: mmmhh, no veo muy cómodo un atuendo así, es como que te obliga a estar sentada como una muñequita sin moverte demasiado durante todo el viaje. Te podés tapar con la manta del avión, pero la verdad que no me agrada mucho la idea de quedarme en calzones sobre el asiento. Sí usaría un vestido suelto y largo, o una pollera cómoda y larga... no es el tipo de ropa que uso, pero me parecen más adecuadas.
Joyas varias (Mario Baracus style): con el asunto que nos tenemos que sacar los metales al pasar por el detector, siempre dejo los aritos y alguna cadenita en un pequeño estuche en el bolso de mano. Lo único que me vuelvo a colocar es el reloj, porque simplemente NO PUEDO estar sin reloj.
Aún después de haber pasado por el detector, me resulta incómodo dormir en el avión con collares, pulseras, aros largos... pero bueno, eso ya es cuestión de gustos.
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