lunes, 25 de noviembre de 2013

Regalos, recuerdos y souvenirs de viajes

Personalmente me encanta traer algo que sea característico del lugar a donde voy. Obviamente, por cuestiones de espacio, y peso, siempre trato de que sean artículos pequeños: llavero, pins, imanes. Cualquiera de los tres me viene bien (o los tres juntos). Razón? ocupan poco espacio, pesan casi nada, y son bastante baratos como para traer un par para aquellos familiares o amigos que te dicen "traeme algo de allá". Siempre les aclaro que va a ser algo pequeño, como para que no esperen mucho.
Trato de no traer adornos grandes, cosas que se puedan romper, o que no me permitan llevar en la valija conmigo a bordo.
Hay varias cosas a tener en cuenta en el momento de conseguir un souvenir, obviamente depende de nuestro gusto y ganas de comprarlo, pero vale preguntarse un par de cosas:

¿Para quién es?
No es lo mismo si es para mí, para una persona mayor, o para un amigo. No es lo mismo si nos dieron dinero para que hagamos el gasto por ellos o si el gasto sale de nuestro bolsillo. Lógicamente, traerle algo a alguien no es una obligación, pero sí un detalle. En mi opinión, un llavero es una buena opción, por tamaño, por peso y por variedad, ya que podemos elegir uno más formal y distinguido para una persona grande o podemos elegir uno más colorido e infantil si es para un niño. Los precios varían según el material (madera, metal, plata, plástico, cuero, goma...), el lugar dónde se compre, y el trabajo artesanal que tengan.
Cuando traemos un souvenir, estamos trayendo algo típico del lugar, o por lo menos que nos recuerde a ese lugar (aunque tengo un llavero que me trajeron de USA que dice "made in China" ), por lo cual no tiene que ser algo comprado pensando en el gusto de la persona a quien vamos a regalar. No es que no nos tenga que importar si le va a gustar o no, pero no es necesario pensar como si fuera un regalo de cumpleaños (a menos, obvio, que nos den el dinero ellos para comprarles algo).

¿Dónde comprar?
La idea es buscar cosas originales sin gastar una fortuna. Los shoppings o las tiendas de regalos son más caras que cualquier puesto callejero o negocio pequeño que no tenga nada que ver con venderle todo a un turista. En la Isla de Pascua, por ejemplo, los locales especializados en artesanías te pedían un ojo de la cara por una taza de cerámica (en el aeropuerto estaba a U$S15, para traducir, en "argentino" $150 a precio dólar-cueva). La misma taza la encontré en un pequeño almacén de alimentos y frutas, alejado unas 2 cuadras de la calle principal, a U$S6. Obviamente al turista /viajero le ven la cara de estúpido.

¿Qué no comprar?
Jamás llevaría ropa de souvenir o recuerdo para alguien, a menos que me lo haya pedido. Primero porque no lo podrán cambiar en caso de ser la talla incorrecta (o el color, o el modelo), y segundo porque no todas las personas usarían ropas típicas de otros países. Las típicas remeras con el nombre del país o la ciudad terminan siendo usadas como pijamas casi siempre, y nos ocuparán lugar en la valija.
Los adornitos... personalmente, me gustan, pero muchas veces no hay donde exhibirlos (en mi caso detesto limpiar los muebles y tener que levantar y limpiar cada adorno por separado). Si pensamos en una pequeña Torre Eiffel, entre un adorno que va a llenarse de polvo en un estante y un llavero, que es un adorno con cadena, prefiero el llavero.
Los ceniceros, son como un semi adorno, generalmente grandes y pesados. Tendría que ser algo muy sutil, y con la forma, por ejemplo, de un coliseo romano... no compraría un cenicero común que sólo tiene una inscripción que dice, pongámosle,  "Recuerdo de Machu Pichu".

Qué comprar?
Pues cosas originales y útiles. Cuando digo "útiles" me refiero a algo que pueda ser usado. Un abrelatas, una cuchara, un destapador de botellas, bijouterie, un pañuelo para el cuello o chalina, una bufanda, un mazo de cartas (suelen venir con fotos de los paisajes del país), jabones aromáticos, cosméticos que no se consiguen en nuestro país o ciudad, cremas, incluso muestras gratis.
En un supermercado o ferias pueden encontrarse cosas novedosas, especialmente de una cultura muy diferente a la de nuestro país de origen: galletitas, golosinas, condimentos o especias. Tengan en cuenta si se los van a dejar pasar en la aduana, no deben ser alimento frescos, perecederos, de origen animal o vegetal.
Otra buena opción es traerse arena de alguna playa o desierto (conozco una persona que colecciona frasquitos de arena o tierra de los diferentes lugares donde va, totalmente gratis!!!).
Un libro infantil, con dibujos o de historietas escrito en árabe, ruso o japonés es algo novedoso, aunque no sepamos lo que dice.

Obviamente, todo depende de gustos y de ganas de cargar con cosas en la maleta. Para terminar, justo en el momento en que estaba escribiendo este post, veo en la tele este comercial de "Souvenirs" que me viene al pelo para publicarlo acá.


                                                 



                                                           


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